Al caer la tarde muchas aves se relajan y se quedan quietas, siempre vigilantes pero tranquilas. El zarapito gracias a su color pardo y los tonos que da la luz del atardecer hacen que pasen desapercibidos ante los almajos que cubren los muretes de las salinas. A pesar de aparente tranquilidad no intenten acercarse pues saldrá volando ya que siempre está ojo avizor a pesar de la protección que le da el fango y su camuflaje.
Penas leves para los que montaron una trampa con drogas a Juan Clavero
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Lamentablemente, no se ha tenido en cuenta las peticiones de la acusación
particular ejercida por Juan Clavero y la popular ejercida por Ecologistas
en A...
Hace 17 horas
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