En septiembre podemos observar a los pequeños camaleones nacidos a finales de verano procedentes de las puestas del año pasado junto con camaleones adultos de gran tamaño que se aparean. En esta época cambian su coloración para hacerse más llamativos (con el riesgo que eso conlleva) y así llamar la atención de cara a la cópula. Mientras que el pequeño camaleón es verde y blanco a rayas que es la combinación perfecta para camuflarse en la retama los adultos además del verde presentan tonos amarillentos que destacan bastante. En esta situación queda patente que los cambios de color no son solo una forma de camuflaje sino también un lenguaje que nos informa si el ejemplar es macho o hembra y su disponibilidad.
Carta a las máximas autoridades del Gobierno de España y de la gestión del
río Guadalquivir
-
Pedimos una moratoria de los nuevos vertidos y el nombramiento de una
comisión de expertos/as independientes que analice en detalle las posibles
consecue...
Hace 2 días