Los ejemplares que he visto estos días en las salinas eran la mayoría muy rosados, a diferencia de los de las lagunas que eran todos muy blancos. Estos "palos con alas", que es como se ven en vuelo, han comido mucho marisco y con ello incorporado su color a su cuerpo. No son las únicas aves que se tornan de color con la ingesta de marisco, también ocurre con el ibis escarlata o las garcillas cangrejeras, aunque esta zona será mucho más fácil observar a estos que a los dos anteriores.
La presencia del lobo en los montes es clave para mejorar la bioseguridad
de las explotaciones ganaderas extensivas, hay que invertir en la
coexistencia con la especie
-
Ecologistas en Acción de Castilla y León pide a la Consejería de
Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de la Junta que las medidas
preventivas de coe...
Hace 1 día