Ahora empiezo a entender porque al párroco de la iglesia le gustan tan poco las cigüeñas, llegada esta época se dedican a la reproducción con lo que ello implica, es decir, la práctica continuada y descarada de la cópula sobre un edificio sagrado. Primero montan el nido las parejas aprovechando los de años anteriores y luego empieza el crotoreo, ese golpeteo del pico tan característico de las cigüeñas tras lo cuál se produce la monta que va acompañada de movimiento de alas. Y es que ya ha comenzado la época de cría de las cigüeñas.
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