Lo bueno de los días húmedos, o las noches en el campo donde siempre encontramos humedad, es encontrarnos con estos extraños seres, los caracoles. No se pinchan con los cardos, son capaces de subir y bajar a alturas insospechadas a pesar de llevar la casa a cuestas. Este caracol fue capaz de bajarse del cardo estirando el cuello y dejándose caer hasta el suelo. Un espectáculo a cámara lenta para observar con paciencia.
Quelea común (Quelea quelea).
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Una de las aves que tenía más ganas de encontrar en África, era el pequeño
*quelea* *común* (*Quelea quelea*). No tuve la oportunidad de verlos ni en
el ...
Hace 20 horas