Lo bueno de los días húmedos, o las noches en el campo donde siempre encontramos humedad, es encontrarnos con estos extraños seres, los caracoles. No se pinchan con los cardos, son capaces de subir y bajar a alturas insospechadas a pesar de llevar la casa a cuestas. Este caracol fue capaz de bajarse del cardo estirando el cuello y dejándose caer hasta el suelo. Un espectáculo a cámara lenta para observar con paciencia.
Ecologistas en Acción ante la filtración a ‘elDiario.es’ del informe
preliminar de su Comisión contra el Acoso
-
La organización ecologista considera que esta filtración perjudica
especialmente a las víctimas, a los esfuerzos y al compromiso de la
organización para ...
Hace 5 horas