La excursión del mes de febrero nos llevó a hacer el III tramo del Corredor Verde Dos Bahías, entre Benalup-Casas Viejas y Los Barrios. Este tramo se encuentra ya por fin liberado y puede transitarse libremente (se recomienda, no obstante, llevar unas bunas tijeras por si hubiera que cortar algún vallado ilegal). El recorrido comienza en los alrededores del pantano Celemín en Benalup-Casas Viejas, junto a Lagunetas donde hay un par de ventas donde podemos tomar unos auténticos tostadones gaditanos antes de emprender la marcha que son unso 21 Km en total, aunque eso si, sin apenas desnivel.
Al principio comenzaremos rodeando el arroyo Alisoso, afluente del Río Barbate, un río con un espeso bosque de galería en el que como su nombre indica destacan los alisos, como en esta época tras las abundantes lluvias del invierno los ríos están a tope de agua hay que saltar en algunos puntos o pasar por piedrecitas para salvar el paso por el arroyo, como no, nos encontramos que han vuelto a vallar el camino, menos mal que siempre va alguien armado con unas buenas tijeras para abrir el camino, camino que en muchos puntos coincide con un oleoducto. Continuando nuestro camino pronto desaparece todo vestigio de civilización y es que esta ruta atraviesa el Parque Natural de los Alcorncales, estamos dentro de uno de los Parques Naturales más extensos (80000 Has) y eso se nota cuando estamos dentro de él.
El paisaje, lejos de ser monótono es todo lo contrario, podemos ver un inmenso bosque de matorral a nuestra izquierda, un alcornocal a la derecha, las areniscas del Aljibe desnudas en las montañas en forma de cuevas, cuevas que pudimos ver indicadas en la ida señalando el Tajo de las Figuras, unas cuevas donde hay pinturas rupestres de hace 10000 años., vestigio de la relación milenaria del hombre con estos montes. Así, cuando se lleva un rato andando el caminante acaba distinguiendo los árboles por los tonos de verde, y es que un alcornoque tiene un verde apagado, mientras que un acebuche brilla o un madroño tiene un verde mucho más vivo.
Llegamos a un alcornocal, que bosque tan diferente para los que vivimos en la Bahía de Cádiz y estamos acostumbrados a los bosques de pinos, es un bosque diferente, mucho más iluminado y con menor densidad de árboles, sin embargo llama la atención la escasez de matorral, unos alcornoques están descorchados y otros no, este es el aprovechamiento del bosque más importante en este Parque Natural, el descorche de los alcornoques que se hace cada 7 años en esta zona, este tiempo de descorche es variable dependiendo de la zona, ya se habla de que con el cambio climático los alcornoques quedarán reducidos a Galicia y hay quien no recomienda reforestar con ellos, que error más grande y derrotista cuando lo mejor que pueden hacer para combatir el supuesto cambio es plantar muchos árboles y hoy por hoy plantar alcornoques en esta zona es una buena apuesta.
Siguiendo nuestro camino pasamos de nuevo por matorral y por otro alcornocal, todo esto sin dejar de pisar de barro continuamente y es que en esta época el camino está un poco instransitable por el fango que se forma, fango que acaba llegando hasta las rodillas en algunos sitios, aunque mas bien de lo que salpica al andar que de hundirse en él.
Como buen Corredor Verde el valor más importante sin que por ello tengamos que obviar los demás es el valor paisajístico, vamos siempre por un sendero desde el cual se disfruta principalmente del paisaje, aunque en los demás espacios también vamos en un sendero en los corredores verdes normalmente no es posible salirse del sendero mientras que en otros espacios si, en este caso es algo intermedio y aunque en algunos sitios es posibl salirse del camino no suele ser lo abundante. Este tipo de caminos son las cañadas y son caminos públicos, caminos que se han usado para el pastoreo, para acceder a las fincas, etc, y que por desgracia muchos propietarios se han empeñado en cerrarlos y tomarlos como parte de sus fincas impidiendo el paso a la gente, en no pocas ocasiones ha habido que llamar a la Guardia Civil para ejercer el derecho de paso ante cortijeros armados con escopetas, una imagen más propia de los años 30 que del siglo XXI que lamentablemente sigue ocurriendo.
Ya en el término municipal de Los Barrios el camino va paralelo al arroyo de Valdeinfierno donde reaparecen los alisos formando la galería en las orillas del río, eso junto con los ojaranzos y el Quejigo andaluz que siempre crece en las cercarnías de los ríos, este arroyo es afluente del Río Palmones, hemos pasado de la cuenca atlántica a la mediterránea en unos pocos kilómetros, en este punto completamos el mapa de los brezos ya que aqui podemos ver entremezclados varias especies de brezos, especie abundante ya que las areniscas son terrenos ácidos que son los predilectos de los brezos, así mismo aparecen otras especies propias del sitio como la
Lithodora prostrata e incluso orquideas como la
Ophrys tenthredinifera.
LLegando al final del sendero podemos ver, aunque el día no estaba demasiado claro, al fondo, el peñón de Gibraltar, un predusco enorme que conforma una reividincación de varios siglos sobre la soberanía de esta colonia británica situada en el campo de Gibraltar.
Y el final del sendero es un carpicho de la naturaleza, unas areniscas modeladas por el tiempo y la erosión, ambos pacientes artistas, han conformado esta forma de montera que ni a propósito hubiera quedado tan propiamente labrada, con este peculiar monumento natural terminó esta larga y provechosa excursión en el corazón del Parque Natural de los Alcornocales.