Y así llegamos al chorro, una zona húmeda, rebosante de agua y con helecho real (Osmunda regalis), nos detenemos a disfrutar el chorro, las cascadas siempre son un espectáculo, hay hecho un mirador de madera, en este caso la estructura es muy útil para impedir el acceso de la gente a la cascada y al agua, y es que al igual que en muchos parques nacionales el baño está prohibido.
Y visto lo visto, habiendo hecho las fotos de rigos, nos fuimos, aunque hubiera estado bien subir al Rocigalgo no pudimos hacerlo por cuestión de tiempo, una excusa buena para volver a este lugar.
Carta a las máximas autoridades del Gobierno de España y de la gestión del
río Guadalquivir
-
Pedimos una moratoria de los nuevos vertidos y el nombramiento de una
comisión de expertos/as independientes que analice en detalle las posibles
consecue...
Hace 2 días
No hay comentarios:
Publicar un comentario