Era el último día y la hora de la siesta, aunque estaba cansado y me hubiera ido también había que aprovechar el privilegio de poder andar libremente por el parque y darme un paseo por los alrededores de la casa hasta La Raña, lugar en el que está terminante prohibido transitar a pie. Aquello estaba lleno de abejarucos y alcaudones, pero al entrar por el olivar escuché un silbido y vi volando un ave de gran tamaño a baja altura y cirniéndose continuamente, era como no un águila culebrera, águila inconfundible y más cuando te pasa por encima a poca distancia, esa tarde no descansé pero disfrute hasta el último momento de la estancia en el Parque Nacional de Cabañeros.
Entregan unha carta aberta aos concellos afectados por proxectos de plantas
de biogás
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Ecoloxistas en Acción, xunto coa Coordinadora Stop Gandería Industrial,
envía ás decenas de concellos galegos afectados por proxectos de plantas de
biogá...
Hace 4 horas
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