En el Mediterráneo también nos podemos encontrar a estas aves marinas y como suele ser habitual encuentran su mejor refugio en islotes salpicados por el agua donde pocos más se atreverían a meterse. Si bien cuando llegué estaban todos allí de no haber habido ninguno hubiera estado claro que es un posadero de estas aves pues la roca se encuentra teñida de blanco. El guano, los restos de los excrementos de aves, se han explotado en muchos islotes ya que es un buen fertilizante.
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