Bastante lejos (con respecto a su tamaño y a su peculiar forma de moverse) de cualquier punto con agua es donde suele estar este habitante rechoncho y voluminoso que se caracteriza por sus ojos saltones y su forma de desplazarse a saltos además de sus extremidades con largos dedos que son los que le dan el nombre a este simpático animal que como todos los sapos es más fácil encontrarlo en tierra que en agua, salvo en la época reproductora, para la cuál esta es imprescindible. Salen principalmente al atardecer y durante el día permanecen en galerías que ellos mismos excavan en la tierra., se camuflan bastante bien, especialmente si van cubiertos de barro.
Carta a las máximas autoridades del Gobierno de España y de la gestión del
río Guadalquivir
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Pedimos una moratoria de los nuevos vertidos y el nombramiento de una
comisión de expertos/as independientes que analice en detalle las posibles
consecue...
Hace 2 días
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