Hasta tres veces seguidas se tiró al agua y las tres veces sacó algo con el pico después de sumergirse casi por completo tan solo dejando ver durante un instante parte de sus alas. Pero no para y aunque ha sacado alimento varias veces sigue sumergiéndose una y otra vez, da la vuelta, se va, luego vuelve, pasa cerca de la cámara para dejarse sacar bien, ralentiza un poco el vuelo para facilitar el trabajo y luego vuelve a la carga con su peculiar manera de posarse y frenarse. En una de sus idas y venidas pasó junto a un grupo de patiamarillas y se le perdió la pista, pero como no era el único charrán patinegro, sino que había al menos un par de ellos el otro siguió dando espectáculo durante el atardecer.
Carta a las máximas autoridades del Gobierno de España y de la gestión del
río Guadalquivir
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Pedimos una moratoria de los nuevos vertidos y el nombramiento de una
comisión de expertos/as independientes que analice en detalle las posibles
consecue...
Hace 2 días
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