Uno de los atractivos del otoño es la planta de la mandrágora que precisamente florece en el otoño. Sus flores no son pequeñas y tampoco son pocas, de hecho a veces destacan grandes ramilletes de flores en suelos nitrificados. Los suelos nitrificados son aquellos dónde el ganado pasa frecuentemente y los excrementos incrementan el contenido de nitrógeno del suelo, esto igual que perjudica a unas especies beneficia a otras como es el caso de la mandrágora. Cuando no tiene flores se reconoce fácilmente por las hojas que son muy rugosas y recuerdan un poco a las acelgas aunque en este caso ni mucho menos se trata de una planta comestible sino todo lo contrario ya que es muy tóxica.
Penas leves para los que montaron una trampa con drogas a Juan Clavero
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Lamentablemente, no se ha tenido en cuenta las peticiones de la acusación
particular ejercida por Juan Clavero y la popular ejercida por Ecologistas
en A...
Hace 17 horas
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