A primera vista era totalmente una avispa, una avispa de esas que cuando no quieren no vuelan y se dedican a pasearse por la vegetación tranquilamente. Pero una mirada más cercana ya nos deja ver que a pesar de su coloración se trata de un escarabajo que al igual que las moscas y algunas mariposas ha tomado esos colores para parecer lo que no es. Cuerpo negro con tonos amarillos, patas naranjas, antenas naranjas que recuerdan a las avispas del género Polistes, muy habituales sobre todo en el verano. Con este parecido desde luego consigue que otros animales n le hagan demasiado caso por lo que pueda pasar.
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