Al caer la tarde empezó a divisarse en la lejanía un enjambre en movimiento, cientos o miles de pequeños insectos volando, un enjambre que no sabemos cuando empezó a pasar pero el caso es que no tenía fin y durante muchos minutos continuaron pasando más y más insectos. No los tuve lo suficientemente cerca para saber que eran y me quedé con las ganas de saber de que se trataba, pero no se puede negar que el espectáculo fue impresionante.
Carta a las máximas autoridades del Gobierno de España y de la gestión del
río Guadalquivir
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Pedimos una moratoria de los nuevos vertidos y el nombramiento de una
comisión de expertos/as independientes que analice en detalle las posibles
consecue...
Hace 2 días
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