La mantis religiosa, un insecto cuyo nombre común y el científico son el mismo, es uno de los bichos que suelen tener mala fama aunque en realidad son insectos bastante beneficiosos para la agricultura y el medio ambiente urbano. Los que solemos ver, como este, son hembras pues los machos son bastante más pequeños y suelen pasar desapercibidos. Pueden ser verdes, marrones o del color que vemos en la imagen, presentando una gran capacidad mimética confundiéndose con el entorno cuando se mantienen quietos ya sea en el suelo o en la vegetación. Tras la cópula devoran al macho, pero estos no se dejan devorar sino que la hembra los deja atontados mediante una sustancia que emite. Los que se recuperan rápido se escapan no dejándose devorar. Las puestas son bastante grandes por lo que necesitan bastante energía y recursos para montar las ootecas donde van los cientos de huevos que ponen. Suelen verse durante todo el año siendo más abundantes en primavera dada la abundancia de los insectos de los que se alimenta.
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Hace 2 días
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