Como una costra blanca pegada a la corteza de un árbol podemos describir a este liquen, una especie muy habitual y extendida. Es un buen ejemplo de liquen crustáceo, completamente pegado a la corteza e imposible de separar de esta sin destruirlo. El color habitual es el blanco aunque puede ser algo grisáceo o presentar algún tono verdoso como vemos en la imagen. Aunque no es de los que más contaminación tolera tiene una cierta resistencia y podemos encontrarlo en zonas urbanas con poco tráfico como es el pueblo de Valsaín junto con otros líquenes típicamente urbanos como Xanthoria parietina.
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