Una seta de pino silvestre es muy pequeña, así que si no vamos atentos no pillaremos esta escena, una piña de la que rebosan setas pequeñísimas y complicadas de fotografiar. En otoño estos bosques se humedecen con las lluvias y los pinos son capaces de retener el agua de la lluvia para luego dejarla caer poco a poco por goteo de las acículas, así las piñas se humedecen dando paso a estas pequeñísimas e interesantes setillas. La ventaja de esta peculiar forma de hábito es que podemos fotografiarla perfectamente sin tener que arrancar ninguna seta, que no nos vamos a llevar, simplemente girando la piña.
Piden a los ayuntamientos de los municipios extremeños la creación de
refugios climáticos
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Ecologistas en Acción de Extremadura ha solicitado mediante un escrito
dirigido a todos y cada uno de los ayuntamientos extremeños la creación de
espacio...
Hace 1 hora
1 comentario:
Bien vista. Un abrazo.
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