Una seta de pino silvestre es muy pequeña, así que si no vamos atentos no pillaremos esta escena, una piña de la que rebosan setas pequeñísimas y complicadas de fotografiar. En otoño estos bosques se humedecen con las lluvias y los pinos son capaces de retener el agua de la lluvia para luego dejarla caer poco a poco por goteo de las acículas, así las piñas se humedecen dando paso a estas pequeñísimas e interesantes setillas. La ventaja de esta peculiar forma de hábito es que podemos fotografiarla perfectamente sin tener que arrancar ninguna seta, que no nos vamos a llevar, simplemente girando la piña.
La ola de calor dispara la contaminación por ozono en Madrid, sin aviso a
la población
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Ecologistas en Acción reclama al Ayuntamiento y a la Comunidad de Madrid
que elaboren los preceptivos planes de emergencia frente al ozono, para
prevenir...
Hace 2 horas
1 comentario:
Bien vista. Un abrazo.
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