Hacer un nido no de barro no es tarea fácil y hay que hacer muchos viajes y traer barro en minúsculo pico, si a eso le unimos la competencia con otras aves que suelen resultar oportunistas la cosa se complica, mientras un avión iba terminando su nido de barro otro sin terminar ya había sido ocupado por un gorrión que traía un gusano en el pico, es decir, que tenía crías que alimentar. Hasta las aves lo tienen complicado con la vivienda.
La ola de calor dispara la contaminación por ozono en Madrid, sin aviso a
la población
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Ecologistas en Acción reclama al Ayuntamiento y a la Comunidad de Madrid
que elaboren los preceptivos planes de emergencia frente al ozono, para
prevenir...
Hace 4 horas
2 comentarios:
Acá tenemos un dicho que les quedaría, "el que se fue a la villa perdió su silla".
Hasta pronto.
Pues eso mismo le pasó al pobre avión... Salu2
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