Aunque es uno de los símbolos de Madrid lo cierto es que eso de encontrar madroños enmedio del monte no es tarea fácil y menos del tamaño de éste. Entre que son arbolillos (arbutus significa árbol pequeño) y hay pocos, que lleguen a este tamaño tiene mérito. Como el madroño es de esos pocos que florecen en otoño, resulta todo un espectáculo ver cada de sus flores ocupada por un abejorro o por moscas cernidoras que encuentran aquí una de las escasas fuentes de néctar del otoño. En noviembre sus frutos están más que maduros y listos para consumir, pero solo uno...
Penas leves para los que montaron una trampa con drogas a Juan Clavero
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Lamentablemente, no se ha tenido en cuenta las peticiones de la acusación
particular ejercida por Juan Clavero y la popular ejercida por Ecologistas
en A...
Hace 17 horas
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