Llegada la primavera se escucha el peculiar silbato, similar al de los árbitros de fútbol, en muchas zonas del sur peninsular. No es menos todo el entorno de Doñana donde se cuentan por miles estas aves. El objeto de su visita no es otro que el de la cría, la cuál realizan en nidos dentro de agujeros que ellos hacen en el suelo o en pequeños taludes. Lamentablemente durante las grandes afluencias de público al entorno de Doñana muchos desalmados se dedican a taponar estos agujeros con latas de bebida o botellas dando al traste con todo el esfuerzo reproductivo.
Carta a las máximas autoridades del Gobierno de España y de la gestión del
río Guadalquivir
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Hace 2 días
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