Encontrando la higuera adecuada podemos adentrarnos en el mayor espacio de silencio que encontramos en nuestro ruidoso municipio, las cuevas cantera, con sus peculiares entradas tapadas por la vegetación y que marcan el paso a un espacio diferente, silencioso, más aun que un cementerio pues la roca no deja pasar el sonido ni las radiaciones. Hay cruces en las columnas marcando los lugares donde fallecían algunos trabajadores por estas duras labores. Hay tanto silencio que llega un momento donde puede oirse mezclado con la abundante humedad que guardan las cuevas.
Carta a las máximas autoridades del Gobierno de España y de la gestión del
río Guadalquivir
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Pedimos una moratoria de los nuevos vertidos y el nombramiento de una
comisión de expertos/as independientes que analice en detalle las posibles
consecue...
Hace 2 días
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