Dentro de las aves de humedal es una de las más bonitas aunque por lo general no podemos contemplarla de este modo ya que rápidamente se apresta a la fuga dejando en el aire una estela turquesa y naranja que inequívocamente nos dará muestra de su presencia. Y así es como suelen ser todos los encuentros salvo en esta ocasión, en la que escondido en un hide pude observar durante un buen rato, incluso se cambio de posadero varias veces, a esta escurridiza ave. Pertenece a la familia de los corácidos, un pequeño grupo de aves de aspecto tropical que en la Península Ibérica se completa con el abejaruco, la abubilla y la carraca. Aunque habitualmente este ave se relaciona con ambientes fluviales y aguas dulces es fácil encontrarlo también en aguas salobres (como es el caso) e incluso saladas.
Carta a las máximas autoridades del Gobierno de España y de la gestión del
río Guadalquivir
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Pedimos una moratoria de los nuevos vertidos y el nombramiento de una
comisión de expertos/as independientes que analice en detalle las posibles
consecue...
Hace 2 días
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