Si bien en las Tablas de Daimiel los patos pueden contarse con los dedos de la mano, no ocurre así en la Laguna de Navaseca donde pueden encontrarse grandes bandos tanto en el agua como descansando en los cerros adjuntos. Malvasías, patos cuchara o ánades azulones son algunas de las especies más habituales a las que hay que sumar el porrón europeo o el escaso tarro blanco. Al atardecer vuelan formando estas magníficas escuadras que van pasando una tras otra junto con bandos de flamencos y cigüeñas. Una escena que nos muestra la naturaleza tal y como era hace varias décadas cuando había menos contaminación y más humedales.
Penas leves para los que montaron una trampa con drogas a Juan Clavero
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Lamentablemente, no se ha tenido en cuenta las peticiones de la acusación
particular ejercida por Juan Clavero y la popular ejercida por Ecologistas
en A...
Hace 17 horas
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