Aun siguen a montones por las salinas y marismas las garzas reales alimentándose del abundante pescado que hay en estas aguas. Si las garcetas comunes nos parecen grandes, imaginad la garza real, mucho más grandes que estas y más impresionantes aún cuando abren las alas y emprenden el vuelo mostrando una imponente envergadura. Con su gran pico pueden capturar peces, cangrejos y otros pequeños animales que engullen rápidamente. La mayor parte de ellas se irá a principios del invierno para volver al norte de Europa.
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