Junto con las lagartijas colilargas son las más abundantes en el entorno de la Bahía de Cádiz aunque también podemos encontrarla en la Sierra de Grazalema y Marruecos. Muy similar a la lagartija ibérica (Podarcis hispanica) fue considerada una subespecie de ésta pero ahora se considera otra especie diferente. Aunque también tiene la cola muy larga se diferencia fácilmente por la forma y tamaño de las escamas, que en la colilarga son grandes, terminadas en punto y con nervio en el centro de la escama mientras que en esta lagartija son pequeñas y redondas y casi inapreciables a media distancia. Como en otras lagartijas los colores son variables y dependen tanto del sexo y edad de los individuos como de la población a la que pertenezcan. Al igual que los camaleones no pasan el invierno en letargo sino que se mantienen activos durante todo el año mostrando preferencia por zonas rocosas soleadas que le permiten mantener la temperatura.
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