Lo bueno de los días húmedos, o las noches en el campo donde siempre encontramos humedad, es encontrarnos con estos extraños seres, los caracoles. No se pinchan con los cardos, son capaces de subir y bajar a alturas insospechadas a pesar de llevar la casa a cuestas. Este caracol fue capaz de bajarse del cardo estirando el cuello y dejándose caer hasta el suelo. Un espectáculo a cámara lenta para observar con paciencia.
Penas leves para los que montaron una trampa con drogas a Juan Clavero
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Lamentablemente, no se ha tenido en cuenta las peticiones de la acusación
particular ejercida por Juan Clavero y la popular ejercida por Ecologistas
en A...
Hace 17 horas
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