Lo bueno de los días húmedos, o las noches en el campo donde siempre encontramos humedad, es encontrarnos con estos extraños seres, los caracoles. No se pinchan con los cardos, son capaces de subir y bajar a alturas insospechadas a pesar de llevar la casa a cuestas. Este caracol fue capaz de bajarse del cardo estirando el cuello y dejándose caer hasta el suelo. Un espectáculo a cámara lenta para observar con paciencia.
Aninga africana (Anhinga rufa).
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En los *humedales de Kaur* (Gambia) avistamos por primera vez una pareja de *aningas
africanas* (Anhinga rufa). Las aningas recuerdan un poco a un cormorá...
Hace 2 horas
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