No es la mantis religiosa que nos encontramos habitualmente en nuestros pinares ni la Sphrodomantis viridis que resulta igual de abundante sino de la Iris oratoria, una mantis que como todas se mimetiza bien en el terreno y que se caracteriza por dos detalles; el primero, que es el más fácil de ver, es que el ala no alcanza el final del abdomen cuando son adultos y el segundo son dos marcados puntos en la cabeza, que forma un triángulo isósceles. Se encontraba en una retama amarilla, una planta que suele atraer a numerosos de insectos, de los cuáles se puede alimentar.
Carta a las máximas autoridades del Gobierno de España y de la gestión del
río Guadalquivir
-
Pedimos una moratoria de los nuevos vertidos y el nombramiento de una
comisión de expertos/as independientes que analice en detalle las posibles
consecue...
Hace 2 días
No hay comentarios:
Publicar un comentario