Pequeños, rápidos y atrevidos son los petirrojos que encontramos en septiembre en la Sierra de Guadarrama. Aunque su característica principal es el pecho rojo, si solo viéramos su silueta no tendríamos problema en reconocerlo dada su constitución redondeada y ese pequeño pico con el que captura numerosos insectos. Se mueven principalmente en los arbustos, donde comparten espacio con otras pequeñas aves como carboneros, herrerillos o trepadores. En las zarzas se sienten muy seguros y aguantan nuestra presencia durante un buen rato.
Penas leves para los que montaron una trampa con drogas a Juan Clavero
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Lamentablemente, no se ha tenido en cuenta las peticiones de la acusación
particular ejercida por Juan Clavero y la popular ejercida por Ecologistas
en A...
Hace 17 horas
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