La espartina, que crece a orillas de caños, puede parecer muy poca cosa, pero si la vemos en comparación con una de nuestras limícolas más grandes, el zarapito, ya toma otra consideración. Forman unas praderas en las que muchas aves limícolas pueden encontrar un poco de resguardo (recuerda un poco a los carrizales de las algunas dulces) y alimentarse con mayor tranquilidad. A pesar de lo cerca que me encontraba de este zarapito no salió volando pues encontró refugio en esta praderita.
Carta a las máximas autoridades del Gobierno de España y de la gestión del
río Guadalquivir
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Pedimos una moratoria de los nuevos vertidos y el nombramiento de una
comisión de expertos/as independientes que analice en detalle las posibles
consecue...
Hace 2 días
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