El año pasado ni fui capaz de localizar ni un solo ejemplar de esta bonita especie de altramuz, o bien no salieron o bien se adelantaron y desaparecieron rápido. El caso es que si están es difícil no verlos dado su gran tamaño y sus llamativas flores azules dispuestas en falsos verticilos en la inflorescencia, un detalle que aparte de su gran porte nos ayuda a diferenciarlo de Lupinus micranthus. Sus hojas están divididas en forma de palma y sus frutos son unas grandes vainas que en esta especie están cubiertas de pelos. Esta especie, que resulta rara y tiene pocas citas en la península resulta abundante en el entorno del Pinar de Rancho Linares, dentro de él y en los espacios cercanos como el retamar al otro lado de la carretera.
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