Es una de las aves invernantes más simpáticas, pues va caminando a la vez que mueve continuamente la cola en nuestras ciudades aunque también se aventura en las marismas como otras muchísimas aves en esta época tanto para descansar, cosa complicada con la superpoblación de gaviotas, como para alimentarse. A diferencia de otras aves y especialmente de las otras dos especies de lavanderas, la cascadeña y la boyera , ésta lleva un atuendo en blanco y negro que junto a su cómico caminar recuerdan a las películas de cine mudo. Cuando llega la época de cría los machos refuerzan el color oscuro del pecho tomando un aspecto muy llamativo. Si la ven, no dejen de observarla, les sorprenderá.
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