Llegar a la Cascada del Prior, dentro de la garganta del mismo nombre no es tarea fácil, por una parte localizar el camino y por otra tener trepar por piedras para poder contemplar esta bella estampa. Pero una vez arriba uno se da cuen de que realmente ha valido la pena llegar hasta aquí y disfrutar de la cascada, su poza, sus helechos reales, sus cantos rodados que sostiene la poza dejando tan solo unas pequeñas grietas para su lento vaciado. Y sobre todo, el sonido de la cascada que resulta ensordecedor de la cantidad de litros que caen por segundo y que siguen y siguen cayendo como si el agua fuera infinita.
Entregan unha carta aberta aos concellos afectados por proxectos de plantas
de biogás
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Ecoloxistas en Acción, xunto coa Coordinadora Stop Gandería Industrial,
envía ás decenas de concellos galegos afectados por proxectos de plantas de
biogá...
Hace 3 horas
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