Seguramente todos hemos visto alguna vez alguna charca completamente llena de renacuajos negros cuando el año es lluvioso y proliferan las charcas. Si bien relacionamos renacuajos con ranas en este caso se trata de sapos, concretamente del sapo corredor. Al igual que el sapo común presenta una estrategia de poner muchos huevos, crecer rápido y esperar a que por estadística quede algún sapo vivo. Y como apenas tiempo pues la charca se puede secar en cualquier momento el proceso es muy rápido.
Cuando vemos estos renacuajos que ya presentan patas traseras están casi a punto de salir del agua, a los de la derecha solo le quedan unos días para salir del agua, por lo que aun viendo la charca casi seca y con la tentación de intervenir y pasarlos a otras charcas con más lo mejor es no hacer nada pues incluso podría ser peor ya que con los trastos que utilicemos podríamos contaminar las aguas con alguna infección que afectaría a estos y a los de la otra charca. Tanta rapidez es lo que tiene y nacen pequeñísimos, algunos caben en la uña del dedo gordo y en esta los podremos ver caminando o corriendo por los bordes de las charcas. Gracias a su comportamiento son fáciles de reconocer pues no avanzan a saltos sino como su nombre indica "corriendo" pues son relativamente rápidos. Aun les queda que crecer, si es que las garcillas bueyeras, abundantes en la zona se lo permiten pues son un bocado, aunque pequeño, muy fácil.
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