jueves, noviembre 29, 2012

Lactarius decipiens

No todos los Lactarius, conocidos también Níscalos cuando son comestibles, se pueden comer. Un ejemplo es esta especie de color rojizo intenso y látex blanco que podemos encontrar en bosques de encinas y robles sobre suelos ácidos en la ribera del Río Estena en Ciudad Real, dentro de los límtes del Parque Nacional de Cabañeros. Su sabor es amargo o picante pudiendo causar problemas intestinales tras su ingestión, en cuanto a su olor se dice que huele a geranios. Su color rojizo intenso recuerda a L. sphagnetii, pero este último habita en un ambiente muy diferente, los trampales o turberas. También resulta parecido a L. chrysorrheus, con el comparte hábitat, con un color algo más claro y una diferencia más evidente, el látex de color amarillo.

2 comentarios:

Jordan Jackson dijo...

Son hermosos. Se ven como flan.

Juanjo dijo...

Si, tienen un aspecto asi como gelatinoso, aunque en realidad los lactarius suelen ser bastante consistentes y al cocinarlos se mantienen bastan te íntegros. Aunque en este caso no es comestible.

Salu2