En otoño los mirlos se dejan ver con todo el descaro del mundo en los jardines, como suele ocurrir con las aves sus movimientos dependen de donde ande la comida. Y claro, en otoño llueve, entra humedad, se activan las babosas, las lombrices están a la orden del día y claro, los mirlos lo saben y por eso es fácil verlos picoteando el suelo de aquellos lugares con césped.
IX Campaña Cada Extremeñ@ Un Árbol
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La IX Campaña de cada extremeñ@ un árbol se inicia con plantaciones de
“Olivos por la Paz”, una acción simbólica que pretende seguir llamando la
atención...
Hace 12 horas
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