Aunque vista así pueda parecer algún ave tropical de esas que nos suelen enseñar en los zoológicos o parques de fauna se trata del momento en que la urraca emprende el vuelo y abre la cola como un abanico a la vez que nos muestra los colores de las alas, blancos, azules y verdosos que tanto contrastan con el negro del resto del cuerpo y que nos hacen olvidar que se encuentran muy emparentados con el cuervo. Este momento dura muy poco, no es más que un instante por el que vale la pena quedarse observando a estas abundantísimas aves.
RestaurAcción: Campaña de aplicación del Reglamento sobre la Restauración
de la Naturaleza en España
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Con motivo del primer aniversario de la entrada en vigor del Reglamento
Europeo de Restauración de la Naturaleza celebramos este webinar dedicado a
prese...
Hace 3 horas

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