Una de las rutas que entrañan una cierta dificultad dentro de las del Parque es la de Navalahondo con algunos repechos muy empinados. La ruta parte desde la casa de Gargantillas y ha de hacerse obligatoriamente con guía. Lo primero que observamos al salir son los montes cubiertos de verde que hay por toda la zona, un paisaje muy diferente al de La Raña en el que el verde era un color bastante escasaito. La vegetación de estos montes es la misma que debería haber en La Raña.
Al bajar del todo se llega al Río Estena, uno de los dos ríos de importancia en el parque y que nace en el macizo del Rocigalgo, muy cerca de donde estamos, este año lo encontramos con muy poca agua por culpa de las tomas de agua de las fincas de la zona. Aunque no es una zona de cultivos se gasta mucha agua en regar el monte para que haya pasto y mantener las poblaciones de ciervo en alto número para la caza, esto al igual que en Sierra de Andújar son granjas de ciervos ya. Las tomas no son ilegales pero al parecer toman más caudal del autorizado y así encontramos el Estena en este lamentable estado mientras que el año pasado en agosto tuvimos que rodear por la garganta porque no había donde pasar y pudimos observar ranas y galápagos muy abundantes. Estos repechos son los que dan una cierta dificultad a la ruta aunque solo es una dificultad temporal. La ruta se hace a las 4:30 de la tarde, aunque parezca una pasada en la zona de monte no hace el mismo calor que en La Raña por lo que no es un problema para realizar la ruta guiada. La visita en total dura aproximadamente dos horas, muy recomendable por la profesionalidad y calidad de los guías del parque.
1 comentario:
por las fotos veo a Marta, la moni, dale recuerdos de mi parte si hablas con ella.
un saludo.
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