Tras dos visitas a Cabañeros es el momento de hacer una evaluación de la situación en que se encuentra este Parque Nacional de 49000 Has, el tercero más grande de España. Es difícil hacer una evaluación sin vivir en la zona y tan solo con dos estancias de 10 días en dos años pero hay una serie de cosas que si que son valorables y de las que daré comentario a continuación.
- Uso público; El uso público dentro del parque está muy restrungido, hay que resaltar que no es un parque cerrado como podría aparentar a primera vista, las visitas solo son libres en el sendero Boquerón del Estena y en el Chorro de Navalucillos, el resto de rutas son a pie con guía como las de Gargantillas o en todoterreno en La Raña, ambas hay que concertarlas previamente. Anualmente 70000 visitas recibe el parque, una cifra más que adecuada ya que no se llega siquiera a un impacto de dos personas por hectárea. Esta restricción tiene una serie de consecuencias positivas, se mantiene a los domingueros ensuciabosques alejados del parque, es más, se ha habilitado una pequeña zona junto al pantano de Torre Abraham para un público que busca más el uso de merenderos y moverse poco. Además no se molesta a la fauna, no olvidemos que los que viven en el parque son los primeros que tienen que estar a gusto, no se encuentra basura en el parque, se pueden mantener zonas de repoblación sin preocuparse del pisoteo de la gente y en definitiva se consigue el primer objetivo de cualquier espacio protegido de España que es la CONSERVACIÖN, por tanto en eso el parque aprueba sobradamente.
- Infraestructuras; Aquí se optó desde el inicio a no hacer nuevas construcciones sino a aprovechar las ya existentes con las consiguientes ventajas; integración en el medio, evitar las obras en el medio natural, no tener que acumular màs materiales que los necesarios para restaurar, etc...El centro de interpretación lo mismo, en lugar de optar por el modelo mamotétrico empleado en Andalucía se optó por esta medida.Estas edificaciones sirven como vivero, casas de retenes, alijamiento de voluntarios, etc.. Salvo las carreteras ya existentes en el parque el resto de desplazamiento se realiza por pista forestal con velocidad limitada a 20 Km/h para evitar atropellos de animales. Aquí también aprueba el parque.
- Gestión del medio natural; En la zona pública no se puede cazar, ni realizar aprovechamientos forestales, así pues encontramos alcornoques sin descorchar como ejemplo más significativo. Sin embargo esta apuesta clara por la conservación no ocurre en las fincas privadas donde estos aprovechamientos, auque con limitaciones si pueden hacerse en las fincas privadas y con un control que no parece ser muy exhaustivo pues hasta se permiten secar el Estena en verano para regar el pasto de sus granjas de ciervos. Aquí debería aplicarse la misma medida que en la zona pública, no debemos olvidar que el último lince de Cabañeros se vió en una finca privada por donde campeaba y muy probablemente allí caería abatido y hoy su piel se encuentra en el salón de un señorito. Para tener una conservación plena hay que controlar más estos terrenos o bien que el Ministerio se plantee seriamente la adquisición de cuantas fincas privadas haya en el parque y pueda permitirse adquirirla, la fórmula de financiación no es complicada, suspendiendo los inútiles rellenos de arena en las costas habría dinero suficiente para adquirir al menos las fincas de mayor interés. Aqui el aprobado raspadillo.
- El personal; Si bien en otros parques hemos contado desde el primer día con el director del parque, en este caso no lo hemos conocido, sin embargo, el trato con el personal del parque ha sido estupendo, los voluntarios en este parque somos unos privilegiados, de poder pasear con más libertad que cualquier otro visitante y alojarnos en la casa de Anchurones sin tener que ser ninguna personalidad conocida, nos pasearon por La Raña, nos hicieron las visitas guiadas para nosotros y siempre con Salva pendiente de como iba todo visitándonos en cuanto tenía ocasión, para el personal del parque un 10.
- Visitas guiadas; Sin duda, las mejores visitas guiadas que he tenido la ocasión de realizar, los guías están muy bien documentados, son simpáticos y sobre todo hablan bastante y son capaces de responder a las preguntas. Se ve que el ambiente les motiva a hacer bien su trabajo, un aprobado alto en este aspecto.
Y para terminar disfrutemos de la vista de La Raña desde Las Llanas donde vemos la gran Dehesa de Cabañeros, refugio de innumerables especies de animales y plantas y primera visión que la mayoría tenemos de Cabañeros, una imagen que aunque no sea la más alentadora ni atractiva tiene algo que nos invita a volver a disfrutar y seguir conociendo uno de los mejores espacios naturales de España.
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