Se trata de un alga roja un tanto peculiar ya que no es la típica alga laminar pero tampoco las típicas algas rojas incrustantes o calcificadas. Esta especie es Peyssonnelia coriacea y se caracteriza además de su intenso color rojo y el talo formando discos por su consistencia cartilaginosa, es dura, pero no demasiado. Habita fundamentalmente en el intermareal y no resulta demasiado complicada encontrarla en los roquedos de zonas más o menos conservadas. Es fácil de ver en lugares como La Caleta o Los Corrales de Rota y difícil de ver en otros lugares como en los roquedos de El Puerto que están muy esquilmados por mariscadores y el intenso pisoteo de cientos de veraneantes.
Cruzando el Guadalete: vados, barcas y puentes. Un recorrido por la historia
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Hace 20 horas