No podía faltar en las orillas de la playa de Doñana el correlimos tridácilo, ya sea en solitario, en pequeños grupos o mezclado con otras especies como ostreros o vuelvepiedras. Su color blanquecino-grisáceo y su tamaño medio lo hace inconfundible, sobre todo cuando lo vemos al lado de otras especies con las que comparar tamaños. Y es que diferenciar correlimos cuando no hay referencias puede ser un poco complicado. Es una de las limícolas que mejor se deja fotografiar ya que permiten bastante acercamiento confiadas en su velocidad a la carrera y rápido vuelo. También fue observado en las inmediaciones de la Torre del Loro.
1 comentario:
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