Llegando a Las Tablas

A las Tablas de Daimiel se puede llegar de varias formas, en vehículo propio, en autobús privado o a pie. No existen conexiones de transporte público, así que en mi caso habiendo llegado a Daimiel en tren hubo que ir andando. No fue fácil encontrar la pista de acceso ya que me hicieron dar la vuelta por todo el pueblo hasta encontrar una "pista parcialmente asfaltada" como ponía en las guías, ya la asfaltaron del todo...En el poste de la Ruta de Don Quijote (estos postes están por toda Castilla La Mancha señalanso los caminos para el senderismo, la verdad es que es la primera vez que hago senderismo en una pista de asfalto, tal y como pone en el poste aun me quedaban 9 Km (que en realidad son 10) hasta llegar a Las Tablas, asi que como era tempranito me puse un gorro de esos de los voluntariados de Parques Nacionales (Por si alguien pensaba que no servían para nada...) para no pasar mucho calor en la cocorota. El camino en si es bastante aburrido, es una carretera agrícola donde vamos viendo como se repiten una y itra vez los cultivos de secano de vid y olivo hasta llegar a las zonas próximas a Las Tablas donde empezamos a ver cultivos de regadío como el maíz y otros campos donde preparan los bloques de pienso para el ganado. Cuando apenas queda un kilómetro para llegar al parque el paisaje de pronto se vuelve más interesante y encontramos el nacimiento del Río Guadiana, un río que a diferencia de casi todos no nace en una alta montaña sino en una meseta a partir de un acuífero, enseguida lo detectamos tras ver el enorme tarajar que encontramos a ambos lados del camino coincidiendo con su cauce, sin embargo tras haber sobreexplotado el acuífero 23 que es el que da lugar al Guadiana y surte continuamente a Las Tablas el Guadiana es un río que ya no nace puesto que del acuífero no sale agua. El nacimiento se conoce como Los Ojos del Guadiana, nombre que acaba tomando el vecino pueblo de Villarubia de Los Ojos. Junto a su cauce encontramos el Molino de Molemocho, en un aspecto bastante peor que el que aparece en las guías, en tiempos por ahí pasaba el agua del Guadiana, sin embargo tantos años sin agua han permitido que la vegetación invada la zona ocultando el parte al molino. Unos pasitos más y llegamos al Centro de Interpretación donde nos dan información precisa de los senderos que tenemos a nuestra disposición y una exposición sobre la fauna y la flora que podemos encontrar en el Parque. Así tras dos horas después de salir del albergue y con 10 Km encima por fin puedo comenzar la visita al último represante del ecosistema "Tablas fluviales de la meseta castellana". La primera sensación es la cantidad de pájaros cantando que se oyen mientras vamos llegando.