Planean, pasan, vuelan y de pronto se quedan parados en el aire, a veces consiguen pararse y quedarse fijos en el aire sin batir las alas, aunque es un ligero batido lo que les permite mantener la posición. Esto es lo que se conoce como cernirse y lo que le da el nombre a esta especie, el cernícalo, que es una pequeña especie de halcón que vive en nuestras ciudades y en nuestros montes. Mientras están quietos en el airea otean la presencia de pequeñas presas, que en caso de aparecer se lanzarán en picado hacia ellas. Un espéctaculo natural digno de ser observado.
COP29: La solidaridad del Norte global arde hasta los cimientos
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La nueva meta global de financiación termina con una cuantía y calidad
insuficiente que destruye la solidaridad pactada en el Acuerdo de París.
Para la s...
Hace 1 hora
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