Hoy aparecía en la prensa que ya se han colocado las palmeras en la avenida Micaela Aramburu, un nombre que por mucho que se ha repetido ultimamente con el asunto de las palmeras mucho me temo que no pocos portuenses ignoran quien es esta señora entre ellos la propia concejala del área.
http://www.diariodecadiz.es/article/elpuerto/1992352/coste/las/palmeras/micaela/aramburu/supera/los/euros.html
En la noticia hay varias cosas que no aparecen y que no está de más recordar y es que si hoy tenemos palmeras de nuevo es gracias a las entidades (entre las que se encuentra Ecologistas en Acción) que convocaron al Consejo Local de Medio Ambiente (que la concejala se negaba a convocar) para tratar el tema de la recuperación de la avenida que inicialmente se había propuesto, tras una consulta fraudulenta, al Gingko biloba. Esta situación resultaba tan ridícula como asombrosa ya que uno de los técnicos que apoyaban esta idea reconoce en el consejo local que esta especie no soporta bien los suelos compactados. El coste que presupuestó por árbol rondaba los 1000 euros y sabíamos de sobra por la experiencia de los que ya existen en nuestra localidad que no iban a prosperar como hacen en otros lugares de España donde son árboles monumentales. Finalmente en el Consejo Local de Medio Ambiente se llega al acuerdo de proponer al pleno del ayuntamiento que se vuelvan a poner palmeras y no estos árboles. En una rocambolesca sesión del pleno se llega al acuerdo de volver a poner palmeras y estudiar cuál sería la especie más adecuada con todos los concejales a favor con la penosa excepción de la concejala de medio ambiente. Lo normal hubiera sido que se volviera a convocar el consejo local de medio ambiente y estudiar, proponer e informar sobre las diferentes opciones de palmeras para ubicar en la avenida, pero esa convocatoria jamás llegó y desde el área se propuso el coco plumoso y su colocación, prevista en principio para el otoño, se ha visto retrasada hasta la fecha de hoy con una cercanía nada casual a las elecciones municipales.
Lo cierto es que había opciones gratuitas para obtener las palmeras, especialmente las que pudieran suministrar los viveros de la diputación provincial que están a disposición de los ayuntamientos, pero no, no solo no se han obtenido gratis sino que además se han traido de Alicante aumentando aun más los costes totales de la operación. Para finalmente suavizar el tema nos dicen que la empresa asume el coste de la operación, Una empresa a la que pagamos para que hagan estas cosas, con lo que finalmente lo asumimos todos los portuenses mientras se recorta de otras partidas alegando que no hay dinero.
El inicio de estas palmeras no ha sido fácil, se han llevado casi una semana tumbadas (me parece que en los viveros las tienen de pie) a la espera de la plantación que se retrasó por las lluvias, por lo que posiblemente hayan llegado algo debilitadas. Esperemos que no acusen demasiado este lamentable inicio y tengan más suerte que los famosos abetos de navidad de la Plaza Peral de los cuáles sabemos que no sobrevive ninguno.
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