A pesar de ser un insecto relativamente abundante solo he podido verlo en estado adulto en tres ocasiones, todas ellas en Castilla La Mancha, la primera en 2007 en Ruidera, la segunda y con una trampa de luz en C, abañeros en 2012 y esta es la tercera, 2013 en Tablas de Daimiel. Sin embargo ninfas he visto en casi todas partes con una cierta frecuencia. La mantis palo resulta inconfundible por su tórax en forma de palo y su cabeza con es característica protuberancia siendo el mántido más fácil de reconocer, más incluso que la propia Mantis religiosa que suele confundirse con otras especies parecidas. Estos encinares que se encuentran en el entorno de Daimiel suponen un hábitat perfecto para todos estos insectos no vinculados al medio acuático que encuentran en esta zona tanto refugio como el alimento que necesitan. Esta mantis, al atardecer, y en posición invertida camuflada con su color verde no resultó nada fácil de ver aunque su gran tamaño, varios centímetros, ayudó bastante a ello.
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Hace 1 día
2 comentarios:
Nunca la he visto y mira que he puesto empeño.
En estos casos suele ser el bicho el que te encuentra y no al revés...
Salu2
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