El entorno de la laguna de la Vega, tras la demolición de lo que quedaba del cortijo se ha convertido en un paraíso para la flora invasora. Entre las muchas especies que campan a sus anchas y cuyo paso al pinar frena otra especie exótica (las filas de tunas, Opuntia spp.) se encuentra una de las más difíciles de erradicar, Galenia secunda. Esta especie se encuentra marginalmente en la zona entre las facultades de ciencias y el edificio del CSIC donde los tarajes y juncos la tienen controlada pero en este entorno, especialmente una vez que laguna se ha secado tiene vía libre para su expansión pues no hay vegetación que la frene. En este mismo entorno encontramos Arundo donax, Datura stramonium, Opuntia maxima, Opuntia dilenii, Cotula coronopifolia, Heliotropium curassavicum y Eucalyptus camaldulensis. Solo falta que, como me comentaban el otro día, entre también el Carpobrotus edulis que no tiene más que cruzar la carretera. Es evidente que si no se hace nada la Galenia secunda invadirá el pastizal, aun se está a tiempo de actuar...
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