Ruidera es un lugar que la vale la pena visitar por sus valor paisajísitico, 15 lagunas en 25 kiilómetros de reocrrido lineal, pero si a eso le sumamos el efecto de un año excepcionalmente lluvioso como este nos encontraremos una buena cantidad de cascadas que fluyen a gran velocidad entre diferentes lagunas. La que presenta más altura es la del hundimiento, que es la cascada que siempre tiene agua aunque las demás no la tengan, este año se notaba la diferencia con respecto a otras veces, el golpeo del agua a gran velocidad generaba un spray no visto en años anteriores.
De la laguna Redondilla a la Laguna Lengua se forma el conjunto de cascadas más bonito de todo el parque, si bien no son muy altas nos encontramos un serie de ellas que en gran número vierten su agua generando un sonido que bien hace valer el nombre de Ruidera. Las cascadas, que aumentan la velocidad del agua hacen que el agua se encuentre más fría de lo habitual que es cuando no corren las cascadas.
Otra espectacular caida de agua, por su anchura principalmente es la que se encuentra desde la laguna Lengua hasta la La Salvadora. Toda el agua se canaliza por una pequeña abertura en la barrera entre ambas lagunas para luego expandirse en la salida dejándose caer con ganas hasta la Salvadora. Viendo estas imágenes aun puedo oir el relajante sonido del sonido del agua corriendo por tierras manchegas. Una visita más que recomendable.
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