Las cabras montesas son uno de los pocos animales de gran tamaño relativamente fáciles de ver en la provincia de Cádiz, un lugar donde antaño hubo animales de gran tamaño como el lobo, el lince o el oso, todos ellos desaparecidos gracias a la humanización del terreno. Las cabras necesitan lugares abruptos como las montañas para vivir, donde se alimentan de plantas espinosas y como no constituyen amenaza alguna para el hombre ni para su ganado han conseguido sobrevivir en las altas cumbres como es el caso de la Sierra del Pinar o la Sierra del Endrinal, las cotas más altas del Parque Natural Sierra de Grazalema.
Llegan tan alto como los pinsapos en la crestería de la Sierra del Pinar, una sierra que a un lado nos muestra un mundo sombrío y húmedo donde habita el pinsapo mientras que la otra cara es soleada y con mucha menos vegetación. En esta cara están las cabras que se mueven como pez en el agua sobre roquedos en los que las plantas viven en las grietas, donde hay algo de tierra. Al ser un medio hostil las plantas se recubren de espinas, algo que a las cabras no les importa pues las devoran igualmente. En Grazalema se encuentra la subespecie hispanica, la más habitual en la península ibérica que sobrevive aislada en los núcleos más montañosos y abruptos de la península. En Cabañeros también se encuentran estas cabras aunque por lo que se su número es muy reducido y los encuentros muy poco habituales, a diferencia de Grazalema donde es fácil que nos encontremos con estos animales.
1 comentario:
Otra especie de nuestra fauna gaditana que debemos cuidar.
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