Mientras realizaba la ruta de la crestería encontramos un par de bosques de pinsapos casi arriba del todo. En uno de ellos había algunos árboles más accesibles por lo que me acerqué a ver los líquenes que tenía en el tronco. Entre otros me encontré este, la Pseudoevernia furfuracea, que recuerda mucho a la Evernia prunastri, la popular barba de viejo aunque presenta una diferencia mas que visible y que podemos observar en la imagen, uno de los lados tiene color oscuro mientras que el otro es grisáceo. Los líquenes son buenos indicadores de muchas cosas, tanto de contanimacion como de condiciones climáticas. Otro lugar donde he visto este líquen es en el Puerto de Cotos, un lugar mucho más frío y umbrío que en el que estamos, sin embargo la cara norte de la Sierra del Pinar es precisamente un lugar con mayor humedad, mas umbría y menor temperatura que la cumbre de estas sierras lo que constituye un microclima imprescindible para la vida de los pinsapos en el que encontraremos muchas especies que han quedado aisladas en en este peculiar enclave.
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