sábado, diciembre 25, 2010

Observación en la Salina de los Desamparados


Aprovechando estos días que ha parado la lluvia y el viento he aprovechado para ir a ver a los pequeños turistas que realizan la invernada en la Bahía de Cádiz. En estos días no se ve a nadie paseando por lo que las aves se deja ver con facilidad sin tener siquiera que ir muy atento. En la imagen de arriba vemos a unos pequeñines, correlimos común y un chorlitejo grande, los primeros son la especie más abundante en el P.N. Bahía de Cádiz. Otras como el martín pescador no son tan abundantes pero a veces se deja ver aunque sea solo el color turquesa en vuelo tan característico. Tampoco falta nunca aquí la garceta común ni el zarapito trinador que encuentra en las orillas del Río San Pedro uno de sus lugares favoritos. En los postes de madera, esos que se pusieron para el águila pescadora (risas de fondo), aparece de todo menos eso precisamente, quienes más aprovechan esos postes son las gaviotas patiamarillas y también las gaviotas reidoras, aunque el ave más beneficiada de estos postes es el cormorán grande, que encuentra un lugar perfecto para secar sus alas al sol. Los Archibebes también estaban allí moviéndose entre el fango o simplemente resguardándose del frío, el archibebe común correteaba por el fango sin poder disimular el marcado color naranja de sus patas y el archibebe claro, un único ejemplar como suele ser lo habitual, esta resguardado del frío con la cabaeza metida entre las plumas, el clor tan claro que tiene fue lo que delató su identidad. Mientras buscaba a las cigüeñas negras, que no estaban esta vez, pude ver entre los montones de tierra uno de los invernantes más bonitos que hay, la garza real, completamente quita segura de su escondite y de la distancia a los caminos. Mientras observaba a la garza una espátula común pasó volando desde el otro del Río San Pedro. Al dar la vuelta y mirar a las orillas del Río San Pedro un grupo de vuelvepiedras o vuercapieras como se dice ahora, estaban reposando sobre las rocas mientras se limpiaban las plumas. Además de todas estas aves acuáticas también se pueden ver pequeñas aves que aunque generalmente son de pinares en las marismas también encuentran un buen sustento, el mosquitero común, la curruca cabecinegra, la tarabilla común y la lavandera blanca también se movían continuamente, algunas en grupo de salado en salado dejando ver sus colores en el paisaje. Cuando ya salía de la salina apareció una de las aves invernantes que faltaba por ver, el águila pescadora, que venía de la salina de la tapa y se adentró en Los Toruños a través del Río San Pedro seguramente en busca de más peces. Y esto fue en un ratillo de apenas una hora, si vamos por la mañana y aprovechamos bien el día o nos quedamos hasta el atardecer seguro que aparecen muchas más.

2 comentarios:

Carmen Azahara dijo...

Juanjo, revisa los supuestos andarríos y chorlitejo chico. Seguro que con la guía por delante te das cuenta, si no, ya te echo una mano. A ver si mañana puedo confirmarte lo de la reunión.

Un beso.

Juanjo dijo...

Pues si, efestivamente, revisados y corregidos.

Salu2